jueves, 23 de septiembre de 2010

¿Porqué hay sonámbulos?

Flavia, de once años, estaba intentando conciliar el sueño cuando su hermano David, de ocho, entró en su habitación. David miró a su alrededor, pero parecía aturdido, como que no se acabara de enterar de lo que estaba haciendo.

Luego David volvió al pasillo y permaneció un rato allí de pie, mirando la lámpara fijamente...

¿Es el sonambulismo un problema grave?

Los hermanos pequeños a veces hacen cosas raras, pero aquello era de lo más extraño. Flavia no sabía qué hacer. Justo entonces, apareció su padre y le explicó que David era sonámbulo.
Si tienes episodios de sonambulismo frecuentemente, por ejemplo, cada noche o cada pocos días, es una buena idea que tu madre o padre te lleve al médico. Pero los episodios de sonambulismo ocasionales no suelen ser motivo de preocupación, aunque ver a un sonámbulo en acción pueda hacer gracia y hasta dar un poco de miedo.

Aunque el sonambulismo ocasional no sea nada grave, por descontado, es importante garantizar la seguridad de los afectados. Se deberán adoptar medidas para que sea menos probable que estos se caigan, tropiecen con algo o salgan de su casa andando en pleno episodio de sonambulismo.


El Dr. EDUARDO CAIRO VALCÁRCEL, profesor titular de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana no explica:

¿Qué es un sonámbulo?

Es la persona que dormida abandona su cama y lleva a cabo actividades simples —casi siempre sin propósito, como actos repetitivos— o comportamientos más complejos como: caminar por la habitación, abrir y cerrar puertas, encender o apagar la radio, vestirse, abrir y cerrar el refrigerador o algún gabinete buscando alimentos o bebidas. Puede también abandonar su habitación y caminar por el vecindario e incluso hasta conducir un automóvil, regresar voluntariamente a su hogar, acostarse nuevamente en su cama, continuar durmiendo y luego, al despertar, no recordar nada de lo ocurrido.


Sin embargo, el comportamiento más usual de estos individuos es banal y estereotipado.

Mientras transcurre el episodio de sonambulismo, generalmente es muy difícil, casi imposible, la comunicación con ellos y si se logra está limitada a algunas palabras.


En la literatura se reportan muy raros casos de comisión de delitos, aunque algunos autores refieren o comentan actos de exhibicionismo y agresión física.


Este comportamiento puede prolongarse desde unos segundos hasta varios minutos, aunque pueden también suceder episodios más prolongados. Ocurre con mayor frecuencia en los niños y los adolescentes en comparación con las personas adultas, y es, según algunos autores, mayoritario entre los varones en comparación con las hembras.

El sonambulismo se produce, por lo general, en las primeras dos horas de sueño, y a veces lo antecede algún episodio de terror nocturno.

Asimismo, algunos investigadores plantean que tales trastornos están precedidos con un año o más de duración de episodios de somniloquio, de ahí la importancia de prestarle la debida atención a este problema en el caso de los niños y jóvenes.

¿Qué provoca el sonambulismo?

Sus causas son muy variadas, aunque los especialistas refieren con cierta frecuencia que este desorden del dormir está vinculado con trastornos psiquiátricos y epilepsia. Otros investigadores, al indagar la posibilidad de una predisposición hereditaria al sonambulismo en gemelos, encontraron que el grado de concordancia en los gemelos idénticos genéticamente era seis veces más frecuente que en los no idénticos (los que se originan a partir de la fecundación de dos óvulos independientes por dos espermatozoides).
Asimismo, se ha mostrado que su incidencia aumenta cuando los padres han sido sonámbulos. Otros autores también destacan los antecedentes patológicos familiares similares. Es válido señalar que si bien los factores hereditarios predisponen al sonambulismo o el terror nocturno, este puede estar influido por factores ambientales.

El entorno familiar inadecuado que produce o favorece la aparición del estrés y la tensión emocional, así como el daño cerebral son factores referidos frecuentemente. Sin embargo, debido a que esta dolencia disminuye de manera significativa o desaparece, generalmente, con la edad, algunos investigadores la consideran, sobre todo, resultado de una inmadurez del sistema nervioso central.

Creemos que es fundamental el estudio personológico detallado del paciente, pues algunos especialistas refieren que en la mayoría de los casos se observan claras manifestaciones de alteraciones psicológicas, las cuales deben ser atendidas como parte del tratamiento integral al paciente.

En los adultos la ingestión de determinados medicamentos, a veces combinada con alcohol, se considera un factor que propicia el sonambulismo, especialmente en las personas susceptibles.

También hay expertos que llaman la atención sobre la prescripción de algunos fármacos a determinados pacientes que presentan problemas psiquiátricos, pues aquellos pueden ser un factor precipitante, en algunos casos, de comportamientos sonambúlicos. De ahí la importancia del uso de la dosis exacta y de erradicar completamente el mal hábito de automedicamentarse. Incluso la sobreingestión de determinados alimentos puede ser un elemento propiciador del sonambulismo en las personas propensas.

Es importante saber además que en determinadas ocasiones los estados febriles pueden ser un factor precipitante del sonambulismo o del terror nocturno, pero es un hecho aislado y transitorio, que desaparece una vez eliminadas las causas.

Sus consecuencias no son intrascendentes, incluso en los niños. A pesar de que se trata de un comportamiento simple y breve, siempre es imprescindible prestarle especial atención.


Conteste el cuestionario siguiente:

1- ¿Habla dormido?
2- ¿Padece de pesadillas?
3- ¿Tiene en ocasiones sueños de terror?
4- ¿Grita y se despierta cuando sueña?
5- ¿Se levanta dormido y se sienta al borde de su cama?
6- ¿Se levanta dormido y camina por la habitación?
7- ¿Camina, abre y cierra puertas dormido?
8- ¿Sale de su habitación y deambula por la casa dormido?
9- ¿Sale de su hogar dormido?
10- ¿Regresa espontáneamente a su cama y continúa durmiendo?
11- ¿Al despertar a la mañana siguiente no recuerda lo ocurrido?
12- ¿Presentó al nacer algún riesgo antes, durante o después del parto?
13- ¿Muestra hiperactividad y déficit de la atención para cumplir con sus obligaciones?
14- ¿Tiene antecedentes familiares con síntomas semejantes?


Si contesta afirmativamente varias de las preguntas antes referidas, consulte a un especialista, él le ayudará.

2 comentarios:

  1. En una ocasión en la que estaba enfermo y tenia fiebre, por la noche muy tarde, solo recuerdo que estaba soñando algo, pero cuando me desperté, era de madrugada y estaba en el patio de mi casa. No recuerdo cuando ni como llegue ahí…!!!

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  2. cuando era adolescente aun cada vez aparecia en mi patio sentadita,y no entendia como llegue ahi

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