No sólo los lobos aúllan, también lo hacen los perros. ¿Porque? Para ellos, aullar es una forma más de comunicación canina, que la emplean habitualmente como mecanismo de defensa, para reunir a la manada en situaciones de peligro o necesidad. En el caso de las mascotas caseras, cuya vida es normalmente muy tranquila, el aullido suele ser sinónimo de tristeza o soledad...
Es muy común también que los perros aúllen para marcar su territorio y/o que respondan de esta manera a estímulos de tipo auditivo, concretamente a sonidos de alta intensidad. Además, no todas las razas aúllan con la misma frecuencia: esta conducta se repite más veces en animales nórdicos como el husky siberiano.
Otros hábitos perrunos muy comunes son los lamidos, relacionados con la higiene personal o el contacto con sabores especiales; los movimientos de cola, sinónimo de excitación; o husmear continuamente, no en vano se dice que los perros perciben el mundo a través de su nariz.
Aullidos al margen, la forma más habitual de vocalización que tienen los perros es el ladrido, aunque también gimen o gruñen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario